“Estamos viendo que la renta fija no solo registra buena rentabilidad, sino que además lo hace de forma constante”
Joaquín Álvarez Borrás, gestor de renta fija de BESTINVER, explica la estrategia tras las rentabilidades de los fondos. Pese a los desafíos del mercado – política monetaria, vaivenes macro… – los productos de renta fija han registrado retornos consistentes y siguen manteniendo un elevado potencial a futuro.
16/11/2023Hacía años que el inversor a corto plazo no encontraba oportunidades como las que se están viendo en 2023. Los fondos de renta fija de BESTINVER cerraron el tercer trimestre con una TIR (o rentabilidad esperada) del 4,3% en Bestinver Corto Plazo, del 6,5% en Bestinver Renta y del 8,7% en Bestinver Deuda Corporativa. Joaquín Álvarez Borrás, gestor de renta fija de BESTINVER, explica en esta entrevista las claves tras cuatro trimestres consecutivos de subidas. “Estamos viendo que la renta fija no solo registra buena rentabilidad, sino que además lo hace de forma constante”, destaca el gestor. “Está siendo un año muy bueno, tanto contra nuestros índices de referencia como contra competidores en otros productos similares”.
La clave de este buen rendimiento frente a la competencia está en el posicionamiento de las carteras. En el mercado de deuda pública, la curva de tipos de los bonos a corto plazo subió con fuerza en 2022 con el endurecimiento de la política monetaria. Los tipos de interés de los bonos se mueven de forma inversa al precio, por lo que una subida en el tipo implica caídas en el precio del bono. Sin embargo, en 2023, este tramo se ha estabilizado. “Nosotros hemos estado muy posicionados en la parte corta de la curva, que es la que pensábamos que ofrecía más valor”, explica Álvarez Borrás. En cambio, muchos de los productos de renta fija del mercado estaban posicionados en la parte larga, lo cual ha perjudicado sus rentabilidades. En la parte de la deuda corporativa, Álvarez Borrás apunta a que ha sido un año muy volátil, ejemplificando el caso del sector financiero y las quiebras de bancos. No obstante, esa volatilidad también ha traído muchas oportunidades. Paradójicamente dado el entorno, la renta fija de empresas de calidad crediticia más baja se ha comportado de forma positiva. “Estas compañías han tenido un muy buen rendimiento en 2023 y eso también lo hemos podido aprovechar”, detalla el gestor.
El equipo de renta fija de BESTINVER aplica la misma filosofía que las demás áreas de la gestora: análisis fundamental y visión ‘bottom-up’. No obstante, al igual que en el resto de los activos, los gestores de renta fija no son ajenos al entorno. “A principios de 2023, el mercado estaba descontando que para finales del año los bancos centrales iban a estar bajando tipos ya”, expone Álvarez Borrás. “Pero los bancos centrales han encontrado un entorno de crecimiento mucho más fuerte, con una inflación que no ha bajado a la velocidad que en un principio esperaban, y es normal que el mensaje se haya endurecido y que se haya tomado la vía de mantener los tipos altos durante más tiempo”, matiza el gestor. Con todo, el equipo percibe que el mercado ya está asentado sobre la idea de que los tipos han alcanzado máximos y que, de moverse, será a la baja. “No sabemos si va a ser a corto plazo o si los bancos centrales van a aguantar más tiempo a estos niveles”, sopesa Álvarez Borrás. “Pero para la renta fija es muy importante que haya estabilidad en esos tipos de interés e incluso que el próximo movimiento sea a la baja”.
¿Cómo se están adaptando las carteras a este entorno futuro? “Hemos aumentado la duración”, asiente el gestor, poniendo el ejemplo de Bestinver Renta, que es uno de los productos más flexibles de la gama, y que ha pasado de los 3,5 años a los 5,25 años. Sin embargo, Álvarez Borrás explica que ha sido una subida progresiva y que se ha centrado, sobre todo, en la parte corta de la curva de tipos. Por ejemplo, subraya que los plazos largos de los tipos empiezan a tener valor tras las caídas del año pasado y que han hecho ciertas inversiones, con el bono alemán a diez años ofreciendo mayores TIR (o rentabilidades esperadas) tras dejarse un 20% en 2022. Sin embargo, siguiendo el ejemplo del Bund, el gestor apunta a que la rentabilidad sigue siendo “bastante baja en lo que va de año”, por lo que la inversión significativa en el bono alemán ha sido en el de a dos años de vencimiento. “Es una posición que viene muy bien ante un escenario de desaceleración mayor de lo esperada o de bajada de los tipos de interés a corto plazo por parte de los bancos centrales”, subraya.
En crédito, Álvarez Borrás expone que las empresas que más están interesando al equipo son las compañías eléctricas y de telecomunicaciones – “sectores que se han visto muy castigados en un entorno de tipos de interés más altos”, dice el gestor. Son bonos de empresas con una generación de caja muy estable, nada cíclicas, que podrían verse beneficiados si ese movimiento de los tipos se revierte. El gestor también subraya al caso del sector financiero, que todavía mantiene una prima significativa frente al resto de sectores corporativos por los problemas del mes de marzo y en el que los fondos todavía encuentran oportunidades y valor.
Entre las entradas recientes, Álvarez Borrás destaca el caso del bono primario del banco belga KBC. “Adelantándose a la amortización de uno de sus CoCos, hizo una emisión de AT1 con una rentabilidad del 8% a cinco años”, explica el gestor. “Es un banco muy estable que tiene una cuota de mercado muy estable en Bélgica y otros países del entorno; con un negocio minorista muy conservador y que tiene un capital principal por encima de la media de la banca europea”, matiza. En cambio, en las ventas, el gestor argumenta que ha habido muchas desinversiones tras el buen comportamiento de los últimos meses, pero expone el caso de Grifols. Se trata de una empresa de plasma con un negocio recurrente y con muy buenos márgenes pero que, dentro de su ciclo de inversión, hay momentos en los que mantiene un endeudamiento bastante alto. Pese a ello, en 2023, la empresa ha puesto mucho empeño en la reducción de deuda con acciones como la desinversión de su filial china y, además, ha estado registrando buenos resultados a nivel de negocio. “Con estas noticias y el buen devenir en la última parte de 2023 decidimos que ya no había margen de seguridad, que la rentabilidad que ofrecía ya no era tan buena; por eso, vendimos y ahora buscamos otras oportunidades en el mercado”, destaca el gestor.
La construcción de las carteras ofrece TIRes (o rentabilidades esperadas) “históricamente altas” para los inversores, considera Álvarez Borrás. Por ejemplo, Bestinver Corto Plazo, con un plazo de un año, ofrece un 4,2% de TIR (rentabilidad esperada), mientras que el Bestinver Renta, algo más flexible ya que invierte en deuda subordinada, tiene una TIR (rentabilidad esperada) del 6,5%. En este ámbito, Bestinver Deuda Corporativa ronda un 9% anual para una duración de tres años y medio. Con este potencial, Álvarez Borrás “no tiene sentido mantener los ahorros en productos como los depósitos o, incluso, la cuenta corriente”. Para los inversores con un plazo de inversión a corto plazo, los partícipes tienen la opción del Bestinver Corto Plazo, mientras que para aquellos con un horizonte ligeramente mayor (de dos o tres años), Bestinver cuenta con productos como Bestinver Corporativa, con una rentabilidad incluso mayor. Prueba de ello son los resultados registrados en 2023 a pesar de un entorno de incertidumbre y de subida de tipos.
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