Confusión de Confusiones

En el siguiente resumen explicamos por qué “Confusión de Confusiones” de José de la Vega, escrito en 1688, guarda curiosos paralelismos con la actualidad.

02/06/2022
Confusión de Confusiones

“Confusión de confusiones" de José de la Vega

El primer libro sobre bolsa de la historia fue escrito en 1688. Se titula Confusión de confusiones y en él se defiende la idea de que para invertir es imprescindible no dejarse llevar por las emociones propias y aprovecharse de las ajenas. Todos los textos bursátiles publicados con posterioridad no hacen más que reescribir su propia versión de esta verdad.

El autor, José De la Vega, explica el funcionamiento del Mercado de Valores de Ámsterdam del siglo XVII a través de las emociones, a las que considera el verdadero director de los precios en el corto plazo. De la Vega asegura que la mayor parte de los cambios en las cotizaciones son debidos al miedo y a la codicia y que estos dos sentimientos son capaces de interferir en los procesos psicológicos de los inversores hasta arrástralos a la irracionalidad:

Muchos se vuelven ridículos, ya que algunos son guiados por sueños, otros por agüeros, estos por ilusiones, aquellos por caprichos y muchísimos por quimeras.

Per para el escritor, es también en las emociones donde reside la clave para obtener buenas rentabilidades. En periodos de incertidumbre basta con detenerse, mirar alrededor, contemplar el pánico ajeno y mantenerse sereno. Unas instrucciones sencillas que raramente son obedecidas:

Aquel capaz de contemplar la locura del resto de inversores con sinceridad de ánimo, sin pasión que le ciegue, ni capricho que le altere, no dejará de acertar infinitas veces.

Sólo cuando se estudia el mercado poniendo la psicología y su impacto en la valoración en el centro del análisis se logra entender por qué a menudo las bolsas se mueven en la aparente sinrazón. Es decir, por qué suben las acciones de empresas que van mal mientras caen las acciones de empresas que van bien. Los inversores en valor estamos acostumbrados a pensar en el mercado en estos términos paradójicos. Sabemos que valor y precio son conceptos distintos. Una empresa sólida, rentable y con crecimiento puede valer mucho a largo plazo. Sin embargo, esa misma empresa, en el momento agudo de una crisis, puede llegar a costar muy poco y en plena exuberancia puede costar mucho. Esto es así porque, las emociones llevan a los inversores comprar y vender sin reparar en el auténtico valor de las acciones. Esta Lógica Paradójica es un aspecto clave en la Inversión en Valor que explica que una buena empresa, a un precio inadecuado, no es una buena inversión. Fue oficialmente desarrollada por Benjamin Graham en el siglo XX, pero José de la Vega ya apuntaló sus cimientos trescientos años antes.

En conclusión, en el corto plazo, los precios de las acciones pueden no reflejar su verdadero valor, porque nacen exclusivamente de la emoción del inversor. De la misma manera que corto y largo plazo son conceptos opuestos, también lo son emoción y razón y, a veces, aunque resulte paradójico, precio y valor. De esta confusión nace el primer libro de bolsa de la historia.


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