El círculo de competencia

El conocimiento es la materia prima del equipo de inversión de BESTINVER. Es lo que nos permite encontrar negocios de calidad, estimar su evolución futura y determinar el precio que debemos pagar por ellos. Es lo que centra nuestra atención en los fundamentales, ayuda pensar a largo plazo y nos mantiene en calma cuando las bolsas entran en pánico. Entender cómo funcionan las empresas y de qué forma se relacionan con los mercados, es imprescindible para obtener buenas rentabilidades. Por este motivo, en BESTINVER solo invertimos en los sectores y compañías que mejor conocemos.

¿Qué es el círculo de competencia?

El círculo de competencia establece los límites entre lo que entendemos y lo que no. Está formado por los sectores en los que tenemos un conocimiento especial sobre el funcionamiento de su negocio, sus riesgos, sus oportunidades y las dinámicas más importantes que afectan a la valoración de sus compañías. Se trata de un modelo mental clásico de los inversores en valor y que nos obliga a invertir únicamente en los sectores en los que somos especialistas.

¿Qué ventaja aporta?

Al tomar decisiones dentro del círculo de competencia aumentamos las probabilidades de acierto, reducimos las de error e incrementamos nuestro control sobre todas las etapas del proceso de inversión.

En el círculo de competencia, las probabilidades de éxito son más altas porque actuamos dentro de nuestro campo de especialización. Ser especialistas quiere decir conocer el funcionamiento de las dinámicas que mueven el valor de una inversión a largo plazo. Un conocimiento que nos permite hacer estimaciones realistas y afinadas sobre la previsible marcha de los resultados de un negocio y determinar el precio que debemos pagar por él. Cuando se unen en una misma inversión unos beneficios crecientes y una valoración atractiva, los retornos que puede generar están muy por encima de la media. Por tanto, identificar las oportunidades con mayor probabilidad de éxito y alta rentabilidad es la primera gran ventaja que aporta el círculo de competencia.

Este también permite reducir el impacto de las equivocaciones. Estimar el verdadero riesgo de una inversión es extraordinariamente difícil porque, en muchos casos, surge de eventos de baja probabilidad que permanecen ocultos hasta que ya es demasiado tarde y que tienen un impacto desproporcionado sobre el valor de una compañía. La especialización que otorga el círculo de competencia nos hace desconfiar de cuestiones que pasan desapercibidas para la mayor parte de inversores, ver las alarmas antes de que los problemas se materialicen y rechazar operaciones por apoyarse en asunciones poco realistas. Por tanto, el círculo de competencia es una defensa activa necesaria para reducir la frecuencia y magnitud de los errores.

Por último, dentro del círculo de competencia tenemos un mayor control sobre cada etapa del proceso de inversión. Primero, porque actuamos con un criterio propio que nos permite aprovechar los movimientos de corto plazo del mercado y actuar de forma proactiva, comprando barato cuando las bolsas caen y vendiendo caro cuando suben. Un criterio imprescindible para decidir cuándo realizar beneficios o pérdidas bajo cualquier circunstancia y en cualquier operación.

Segundo, porque sabemos cuáles son los indicadores más importantes que debemos estudiar para comprobar, en tiempo real, la marcha de una inversión y saber si su tesis evoluciona como esperábamos. Tercero, porque al partir de estimaciones de rentabilidad y riesgo propias, tenemos una visión global de cada negocio que nos facilita asignarle un peso adecuado dentro de nuestras carteras. Solo es posible alcanzar este grado de control invirtiendo dentro del círculo de competencia.

Una idea clave de la Inversión en Valor

La primera lección de la Inversión en Valor es que únicamente hay que invertir en los sectores que mejor se entienden. Estos son los que constituyen el círculo de competencia de un inversor. Dentro de sus límites, sabemos cuáles son las variables más importantes que afectan al valor de una compañía, cómo interactúan a lo largo del ciclo, qué preguntas debemos hacernos en todo momento y cuáles son sus respuestas. Dentro del círculo de competencia tenemos el grado de especialización necesario para tomar decisiones bien fundamentadas y mantener bajo control todo el proceso de inversión. Solo dentro del círculo de competencia, podemos transformar nuestro conocimiento en una auténtica ventaja competitiva. Por este motivo, es una idea clave dentro de la filosofía BESTINVER.

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