“El mercado sigue polarizado, con mucho miedo, y esto crea unas oportunidades tremendas”
Tomás Pintó, director de Renta Variable Internacional de Bestinver, hace balance de un año bursátil marcado por la exageración. Sin embargo, es precisamente cuando se crean estas divergencias tan grandes entre los múltiplos y el valor fundamental de las empresas cuando los inversores a largo plazo encuentran las mejores oportunidades.
22/12/2022Conflicto bélico, crisis energética, inflación… Ha sido un 2022 plagado de imprevistos. Tras un ejercicio de este calibre, no es de extrañar que los mercados miren con ansia hacia el 2023. ¿Se moderará la subida de precios? ¿Bajarán los tipos de interés? ¿Subirán las bolsas? Tomás Pintó, gestor de Renta Variable Internacional de BESTINVER, se resiste al nerviosismo: “No tenemos la bola de cristal”, zanja. Ante la actual coyuntura de mercado, el gestor pone en valor la visión a largo plazo, que permite a los inversores aprovechar los momentos de pánico (como el actual) para conseguir mejores rentabilidades a futuro. “Una recesión puede durar uno o dos trimestres, incluso un año… pero es temporal, el impacto en el valor es muy pequeño”, destaca. “Para los que invierten a largo plazo, un mercado tan cortoplacista como el actual, ofrece una oportunidad de compra excelente”.
A la hora de analizar el comportamiento del mercado en 2022, el gestor subraya que primero hay que entender los dos factores que marcan el comportamiento de las bolsas. Por un lado, está la expectativa de beneficio de las cotizadas. Si los beneficios crecen, las acciones suben. Por otro, está lo que el mercado está dispuesto a pagar por los beneficios de las empresas: esto determina el múltiplo. “Una subida rápida y fuerte de los tipos de interés acabará teniendo un impacto económico, lo cual, a su vez, golpeará las expectativas de beneficio”, expone Pintó. Esto se traduce en que “si los tipos de interés suben mucho – sobre todo si lo hacen rápidamente – los múltiplos se reducen”.
Tras meses presionando a los mercados, la subida de los precios ha estado mostrando este otoño señales de ralentización, sobre todo en EE.UU. No en vano, argumenta Pintó, los desequilibrios que han llevado a esa inflación – coronavirus, embotellamiento en las cadenas de suministro, políticas monetarias muy laxas… – ya se están normalizando. Sin embargo, a esta variante también hay que añadirle el temor del mercado a la recesión y el consiguiente impacto en el desempeño de las compañías. “No sabemos cuánto de fuerte será esta ralentización económica, pero en la bolsa ya se está descontando una recesión muy fuerte en los precios de las acciones”, detalla Pintó. Sin embargo, para el inversor largoplacista, esto no es un problema, si no que una oportunidad. Las crisis van y vienen, pero el valor de una buena compañía perdura en el tiempo. Ahora es momento de comprar en rebajas.
“El mercado sigue polarizado, con mucho miedo, y esto crea unas oportunidades tremendas”, expone Pintó. Esto es una oportunidad, aún pese a las subidas de las últimas semanas. El gestor pone de ejemplo varias de las empresas que BESTINVER tienen en cartera. A los precios que cotizan, es como si el mercado estuviese diciendo que apenas les quedan unos años de vida. Sin embargo, el equipo hizo un análisis de cómo había ido el primer semestre del año 2022 en la cartera internacional. La generación de caja había subido un 30% y, sin embargo, los precios de las acciones habían ido en la dirección contraria, hacia abajo. “Al mercado no le importa el diferencial entre los precios de las empresas y su rendimiento operativo, le importa el pánico, el riesgo a corto plazo”, describe Pintó. Las expectativas son tan pesimistas que, basta que el entorno sea un poco mejor de lo esperado, para que las acciones suban con fuerza – tal y como hemos visto en los últimos meses –. Pese a estas subidas, “sigue habiendo una exageración enorme y los inversores tenemos que mantener esa perspectiva, sobre todo los que tenemos el lujo de poder invertir en el futuro y no en el corto plazo”.
¿Qué tiene que pasar para que el mercado entre en razón? “Que se enfoque más en los fundamentales y menos en la parte macroeconómica”, contesta Pintó, que huye de la inversión basada en el minuto y resultado, donde se crea muchísimo ruido. “La bolsa se mueve por la evolución operativa de las empresas – el crecimiento de los beneficios y generación de caja – y eso casi siempre es así; sin embargo, hay excepciones concretas como la de este año”, ejemplifica. Una vez pase este breve lapso de miedo, las bolsas recobrarán su lógica habitual, como siempre lo han hecho a largo plazo. Ejemplo de ello han sido los brotes verdes vividos a lo largo de 2022, momentos en los que, habiéndose despejado brevemente la incertidumbre vinculada a la inflación, los inversores han podido recuperar la perspectiva a futuro. “Estos dos meses, por ejemplo, nuestra cartera lo ha hecho muy bien, mejor que el mercado, precisamente porque la obsesión con los datos macroeconómicos se ha relajado un poco”, ejemplifica Pintó. El 80% de las empresas de la cartera ha visto su múltiplo reducirse este año pese a la mejora operativa de los resultados corporativos, pero el equipo de BESTINVER sigue teniendo plena confianza en sus inversiones.
Entre las compañías en las que la cartera ha aumentado posición, destaca Bayer, gigante que mezcla agricultura y farmacia en el que BESTINVER entró en verano. Bayer es líder en herbicidas y semillas, lo cual le permite vender productos combinados, como semillas con herbicidas más resistentes a sequías o plagas. “Tiene una posición competitiva espectacular”, subraya Pintó. Por otro lado, está el negocio farmacéutico, al que el mercado da muy poco valor, lo cual aporta al margen de seguridad de la inversión. “En el pasado, no podríamos haber invertido en Bayer porque era una empresa con muchos problemas de endeudamiento y de generación de caja”, explica Pintó. “Pero esto ya ha pasado, ahora es una compañía mucho más predecible, con una generación de caja mucho más robusta y con un equipo gestor que ha cambiado prácticamente al completo”. Entre las compras recientes, destaca International Flavors & Fragances, una compañía de ingredientes. Pintó pone de manifiesto que los problemas iniciales de la integración de Frutarom (comprada en 2018) ya están resueltos y que la empresa goza ahora de una estrategia y futuros claros. “Cotiza a descuentos significativos respecto a sus competidores y con un crecimiento estructural brutal”, explica.
Además, BESTINVER también ha incrementado su posición en el segmento de los semiconductores, un sector que había sufrido mucho a principios de otoño. En particular, el equipo ha invertido en la cadena de valor de los que hacen equipamiento para fabricar dichos semiconductores. “Tienen unas barreras de entrada impresionantes, cuentan con caja neta en sus balances y están recomprando acciones; sin embargo, han caído entre un 40% y 50%. Por otro lado, el equipo también ha añadido más posición a la industrial Ashtead, la joyera Pandora o la ‘delivery’ Hellofresh.
¿Y en las ventas? “Hemos reducido en todo aquello que ha ido bien para controlar el peso en la cartera, ya que, si algo sube a doble dígito, el precio objetivo, la opcionalidad y la rentabilidad se reducen”, explica Pintó. Ejemplos de los recortes en posición son las farmacéuticas Glaxosmithkline y Haleon, la motera Harley Davidson, la financiera Berkshire o el sector petrolero. “Empresas que han ido muy bien, pero lo hemos reciclado en aquello que operativamente ha ido también muy bien y el mercado no está reconociendo”, describe el gestor.
Toda esta coyuntura de mercado posiciona a BESTINVER hacia rentabilidades ganadoras a futuro. “Partimos e valoraciones muy extremas, de grandes oportunidades”, detalla Pintó. “Tenemos una cartera que tiene un PER de 8,5 veces beneficio, pero el 62% de nuestras inversiones en el plano internacional están recomprando acciones”, añade el gestor. “Es una situación que no habíamos visto nunca”. Como ya ha explicado varias veces antes el equipo, solo con el crecimiento operativo (sin contar el múltiplo) la cartera cuenta con un potencial de revalorización del 100% que esperamos sea reconocido por el mercado en los próximos años. Con semejante perspectiva de futuro, ¿para qué enfocarse solo en 2023? “Para nosotros, doce meses es corto plazo”, concluye Pintó.
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